Donosti vivió ayer un día de fiesta grande. En la calle y en las gradas. La Real Sociedad celebró como se merecía su Centenario, con el mejor invitado posible, el Real Madrid de su querido Xabi Alonso. Tiene su mérito que, en época de crisis, los organizadores consiguieran que el Floren Team se presentara en Anoeta con toda su artillería, incluido el tridente de los 195 millones de euros formado por Kaká, Cristiano Ronaldo y Benzema. La afición realista, que lleva dos años viviendo su particular infierno en Segunda, pudo así disfrutar del mejor fútbol en un día histórico para los txuri urdin. Bien merecido se lo tenían.
Es de justicia destacar el detalle del Real Madrid de no cobrar en este día tan señalado para la Real. Hace 16 años estuvo en el estreno de Anoeta y ayer no quiso perderse tan señalada cita para los donostiarras, aunque los blancos no pasaran por caja. El caché que tienen estipulado este verano hubiera hecho imposible un Centenario de este calibre. El gesto sirve para rebajar la estúpida ola de antimadridismo que en algunos puntos de España se había desatado. Y más en una provincia donde el fichaje de Xabi Alonso incrementará la simpatía por los blancos.
En cuanto al rendimiento del Real Madrid, aún queda trabajo por hacer a dos semanas del inicio liguero. El primer experimento de Pellegrini con los cuatro grandes fichajes en el once inicial dejó más luces que sombras. Xabi puso orden y criterio, Kaká imaginación y desborde, Cristiano velocidad y algún destello, mientras Benzema sumaba su tercer gol y ya es el Pichichi de la pretemporada. Falta por engrasar una máquina que aún necesita más tiempo para hacer el rodaje. Lo que sí es evidente es la mejoría de un equipo que ya empieza a llenar estadios como antaño. En Anoeta se pudo comprobar.
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